Durante las crisis económicas, las organizaciones enfrentan desafíos relacionados con los recursos utilizados para mantener la salud y la seguridad de sus trabajadores propios y prestadores de servicios. Muchas veces, la disminución de costos acaba comprometiendo la calidad exigida de los EPI’s, aumentando el riesgo del trabajo y por consecuencia, disminuyendo la seguridad de sus usuarios.